domingo, 30 de octubre de 2016

El niño con el pijama de rayas - John Boyne

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS - John Boyne

Bruno era un niño alemán, que vivía feliz en una gran casa en la ciudad de Berlín con su familia, Madre, Padre, su hermana Gretel a la que tanto odiaba, la criada Maria, el mayordomo Lars y sus mejores amigos de la escuela Karl, Daniel y Martin.
Al volver una tarde a casa ve que están recogiendo todas los muebles, las pertenencias personales, ropa, y todo lo que llenaba la casa de cinco pisos, se sorprende y le explican que el Furias ha ascendido a su padre a comandante y se tienen que ir un tiempo a vivir a otro lugar. 

Después de un largo viaje llegan a una casa más pequeña que la de Berlín, esta de tres pisos, situada en un campo, pasado un pequeño bosque. No tiene nada a su alrededor excepto lo que ve Bruno desde su ventana: "Una granja, pero sin sus animales". Lo único que podía hacer en ese momento era contemplar en silencio esa gran extensión rodeada por una alambrada, llena de personas de todas las edades.

Anteriormente le habían explicado a Gretel que el sitio donde se encontraban poseía el nombre de Auschwitz. A ninguno de los dos le gustaba ese sitio, pero "Al mal tiempo buena cara", no tenían otro remedio que acostumbrarse, ya que permanecerían ahí durante un futuro inmediato.

Bruno decidió buscar alguna actividad para no volverse loco. Comenzó construyendo un columpio casero utilizando un neumático innecesario; para encontrar los materiales pidió ayuda al teniente Kotler, y ese fue el momento en el que Bruno empezó a tenerle mucho odio.
Al caerse del columpio, conoce al camarero de la familia, Pavel, que le cura la herida de la pierna.

Padre decide ponerles a Gretel y a Bruno un profesor particular, herr Liszt, éste sólo les enseñará Geografía e Historia, lo que él considera la asignatura más importante, sobre todo en ese momento. 
Bruno sigue aburriéndose las tardes después de sus clases, así que recuerda lo que más le gustaba hacer en su casa de Berlín, explorar, decidiendo hacer lo mismo aquí, en Auschwitz, empezando por lo que más atención le llamaba, el terreno rodeado por la alambrada no muy lejos de su casa.

Después de andar durante más de una hora a lo largo de la alambrada ve un punto que se convirtió en una manchita que se convirtió en un borrón que se convirtió en una figura que se convirtió en un niño. El niño se llamaba Shmuel, era de origen polaco y vivía con su familia al otro lado de la alambrada, él y Bruno tenían exactamente la misma edad y acabaron siendo muy amigos.

Pasó un año desde que se mudaron a Auschwitz y durante este tiempo pasaron muchas cosas que no sólo cambiaron la rutina de Bruno. 

Se acostumbró a ir casi diariamente a hablar con su mejor amigo Shmuel, y se fue olvidando de Karl, Daniel y Martin. Tuvieron un tiempo de dos días para volver a Berlín, Abuela había muerto. Teniente Kotler se enfadó con Pavel y no se le volvió a ver por la casa nunca más y por último, Madre y Padre acordaron que ese no era un buen sitio para criar dos niños, y aceptaron que Madre, Gretel y Bruno volviesen a Berlín, por ese motivo Bruno volvió un último día a despedirse de Shmuel para vivir su aventura final, bien dicho, FINAL.


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